Pero… me preguntan por qué consumo drogas.
Verás… no sabes lo deprimente que resulta levantarte un lunes por la mañana, ver a tus padres que siendo hipócritas te saludan como si nada pasara. No sabes lo lacerante que es esta situación. Las pocas ganas que dan de caminar por algo mejor, ¿por qué? Porque me veo solo. Nadie quiere ayudar y esto cada vez se derrumba más.
Peor aún es abrir el periódico de la mañana y leer, de nuevo, más mierdas sobre el país o el mundo entero…
Es horripilante, es como si fuesen en contra de tu voluntad y te metieran los dedos en la boca y te obligaran a vomitar.
Da… miedo ver cómo al día mueren miles y miles de personas por hambre y yo… con la facilidad de pedirle a mi madre dinero para ir a comer. ¿Qué me diferencia de ellos? ¿El cuerpo? ¿Tal vez sea el color? ¿Tal vez ellos no tengan nariz u boca? ¿Tal vez mi idioma? ¿Qué? ¿Qué putos diablos hace que yo pueda comer y ellos no?
¿Se te ocurre algo? A mí sí, y es el dinero, esa mierda que lo es todo y nada a la vez.
Verás, no sólo es eso. Es también el planeta en sí, el pobrecito… Yo quejándome que acabo de tener una crisis asmática y él callado mientras cortan sus extremidades, mientras queman su piel, mientras bombardean su cuerpo. Él tiene millones de molestos e incordiosos piojos chuparecursos que lo están acabando, lo están secando.
Desgraciadamente no termina aquí, sigamos…
La gente… ¡Ay la gente!, si existe la reencarnación, por favor, quiero ser una piedra, una piedra que esté en las marianas, a más de 10.000 metros bajo el mar.
No sabemos ni en qué creer. ¿Religiones? Por favor… hablan del bien cuando han matado más personas que una guerra civil en toda la historia.
Pues bien, tenemos un mundo hermoso, precioso, magnífico. Desafortunadamente dentro de él no todo es tan hermoso.
Obtenemos como resultado una paupérrima administración política y económica, una decadente creencia religiosa, un desinterés por el lugar donde vivimos, relaciones humanas vacías y carentes de sentido. Si esto ha sido así siempre… dime qué cojones hacemos viviendo.
Y normal que las personas sean egoístas, normal que cada uno mire por su culo. ¿Quién les puede echar la culpa? NADIE.
No puedo expresar la rabia, el dolor, la agonía, la desesperación, la ira, el enfado, el llanto que reprimo, la espina que atraviesa mi pecho, el ardor en mi garganta, el escozor de mis ojos, el sabor a vómito que se apodera de mi boca, el hedor que expulsa todo, la luz tan oscura que ciega mis ojos.
¿Con qué me quedo? Pues verás… decido quedarme con mis momentos. Mis momentos son sencillos y no tan complicados como los que esperan los demás. Mis ratos son ir a las 7 de la mañana y ver el sol que nadie ve amanecer, amarlo, desear abrazarlo. Mi momento es fumarme, divertirme, olvidarme de este ambiente repugnante, crearme el mío. Crear mi propia balsa que navegue por este mar de heces. Creer lo que hace un poco más bonita esta realidad. Amar, soñar, escribir, leer, jugar, reír, ser un niño… Ser lo que prácticamente nadie entiende.
Y me preguntan por qué me drogo, me preguntan por qué no hago nada y me echan la culpa… ¿por qué será?
Prefiero esto que atormentarme como el resto, prefiero esto que morir caminando. Prefiero vivir de momentos, todos los que pueda, sin importarme la muerte ni nada. Cuando llegue quiero tener en mis manos algo que ella no desgarrará y es la satisfacción de saber que he sido quien he querido ser, que he dicho lo que quería decir, que expresé lo que quise expresar, que amé lo más que pude, que aprendí de mis fallos, que siempre, siempre… aprecié cada momento y cada cosa o persona que me hizo vivirlo, que protegí lo que quise proteger… que…viví dejando vivir.
