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Dios... imagina cómo me encuentro, necesito ver una luz, necesito saber dónde ir, necesito ver el camino correcto. Ponte en mi lugar, estoy hablándote sin saber si existes, pidiéndote un destello de luz, pidiéndote una inspiración, entiende mi agonía.
¿Tú ves las cosas a como mis sentidos y mi mente la ven?
Veo un mundo parecido a una rosa, es hermoso pero... las espinas de su tallo se hacen cada vez más grandes, cada vez pinchan más.
También cambia el color de la rosa, pasa de ser un rojo carmesí para ser poco a poco un color marchito, un color que no existe, pero al verlo, te transmite desesperación, angustia, soledad, avaricia, maldad, muerte.
Créeme que si esto fuese natural no me afectaría como me afecta. Pero es que esas espinas crecen porque quieren y si intentas cortarlas... es inútil cortarlas, también son duras como el acero.
Entiende mi agonía... quiero romper con mi burbuja, entiende que soy humano.
Dios... energía vital, dame un impulso. Necesito verme, necesito que bañes con tu energía mi ser ¿o acaso ya está bañada y yo no la veo?
Somos Guardianes de la Vida, somos Custôs e Vîta.
Tú que diste tu eternidad, tú que depositaste la semilla de la sabiduría en nosotros, tú que depositaste tu energía en la vida, tú que diste todo de ti para dar origen al todo y a la nada.
Pasaste de ser uno a serlo todo, eh ahí el tesoro. Tú estás en todo y en nada.
Dios, yo te entiendo como si fueras energía, energía que estuvo sola en su propia eternidad. Quisiste dar vida, quisiste que existieran criaturas parecidas a ti pero con un don mágico, con un don que da sentido a la vida, la imperfección. Y antes de volverte masa planeaste un proyecto inteligente, un proyecto increíblemente magnífico, un cuerpo que rompe espacio y tiempo, un cuerpo integrado por cálculos perfectos y en el cual cada una de las cosas existentes son como ejes, tornillos, manivelas que juntas, forman un organismo inteligente, el cual, con tu energía, contigo en su interior, se mueve, se desarrolla y evoluciona motivado por ti, por tu esencia.
Eres tan pequeño Dios... pero tan grande a la vez, que el mundo piensa que eres un ser que está lejos de nuestro mundo, allá lejos, en otra dimensión. Pero Dios, yo sé que tú no eres así y que todos los que esperan que seas un ser exento a nosotros están equivocados. Dios, tú estás dentro de mí, eres esa inteligencia que habita en mi mente y eres el impulso que motiva a mi corazón latir y a todo mi organismo funcionar.
Y más que orar mirando al cielo como si intentara ver tu reino, oro viendo tu creación, oro ante tu verdadero reino, compuesto por rocas, agua, tierra, planetas, fuego, estrellas, universos, galaxias.
Pienso sobre ti que creaste todo matemática y científicamente, creaste y planeaste un proyecto para que una vez creado siguiera viviendo, siguiera evolucionando a través de las leyes que tú calculaste.
Y nosotros hoy día creemos que las matemáticas y la ciencia son nuestras por descubrirlas pero... antes de descubrirlas ya existían, esas leyes ya existían, esa perfección ya había nacido mucho antes que nosotros, ahora a aquellos que reniegan de tu existencia pregunto ¿ y el universo con sus leyes inmutables y exactas, todas importantes para su funcionamiento se crearon por puro azar? viendo al universo como el arquitecto ve su proyecto podemos pensar... que este proyecto tuvo un creador como la casa del arquitecto, porque esa casa no se creó ni se creará nunca por azar, su diseño es inteligente y el azar no es inteligente, es... azar.
Ahora ¿qué papel jugamos nosotros?, somos los Guardianes de tu Proyecto y nos diste la libertad de poder destruirlo, eh ahí el sentido de todo, una vez ves el universo como el arquitecto ve su diseño entiendes que debes protegerlo, porque a diferencia del diseño del arquitecto tú ya creaste tu propia casa, es nuestra responsabilidad cuidarla, no pensar que es nuestra y que podemos explotarla a nuestro antojo.
Y tú no creaste la vida para llenarla de lujos innecesarios porque ya nos has dado lujos. Tú no has creado la vida para que creemos dinero al cual damos el valor más absoluto posible, ya nos has dado cosas con muchísimo más valor, por ejemplo; el papel con el que se crean los billetes o el oro que es tan codiciado.
Tú, al crear la vida automáticamente creaste muerte, empezando por tu muerte como ser único en la eternidad.
Al crear amor se creó odio, al crear atención se creó indiferencia, pero he ahí el sentido de todo, he ahí la imperfección.
Para ser unos buenos Guardianes de la Vida debemos entrenarnos a través del amor y el desamor, conocer la atención y la indiferencia, conocer la compasión y el odio y así como conocemos una vez la vida conocer la muerte.
Pero... es con amor con que creaste la vida, y es con amor como debemos amar todo lo que compone la vida porque al fin y al cabo un verdadero Guardián ama lo que protege y no haría daño a aquello que protege, yo acepto hoy el mayor trabajo que jamás pueda tener, hoy me considero un aprendiz de Custôs e Vîta, y mi deber es amar tu proyecto y protegerlo.
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