Sin principio ni final.

Alguien me dijo una vez que tienes que elegir entre ganar o perder; no puedes tenerlo todo. 

Es todo tan distinto, es todo tan... frío o cálido.

Es como una suave caricia o un fuerte golpe.

Tan fresco como una brisa o tan fuerte como la tormenta.

Es tan dulce como el chocolate o amargo como el café.

Tan puro y sano como el agua o letal como un veneno.

Tan luminoso como el cielo estrellado o oscuro como la soledad.

Tan bueno y tan malo.

 My darling:
Te he dejado en el sillón pintura y una historia en blanco.
No tiene nada escrito, ni principio ni final, sólo lo que quieras ir contando.
Y por favor, que seas tú quien ponga el aire para poder respirar.
Tengo un nudo entre las manos, te escogí, tú el fantasma y lo real.
Quiero que sea contigo que al respirar se rompa el aire, intenta no respirar, intenta no vacilar.

  Hoy retengo las ganas de gritar, hoy me dedico a soltar y dejar mi mente vagar.

Te cuento al oído que timón en mi barco no hay, sin rumbo fijo va.

Pájaro revoloteando libre surca el cielo sin mar.

Mi mente yace inerte hoy, sin vida parece estar.

Tu suspiro en mis labios dejó veneno que ahora me hace saborear.

Si me contengo, ya no puedo respirar, poco a poco es más.

Rodeado en una burbuja de cristal me tienes, frágil y sencillo como un nuevo nacimiento. No hago fuerza para quebrantar estas ganas de gritar.

Inhalo aire.

Relajo mi ser.

Exhalo aire.

Espero.

Y si caigo

¿qué es la vida?

Por perdida

ya la di,

cuando el yugo

del esclavo,

como un bravo, 

sacudí.