Visítame :D

Clock

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Un adiós, que siempre está presente.


Nunca estoy seguro de decirle a alguien "Adiós" pues no sé si será para siempre.
No soy pesimista, pero es lo que hay.
El dinero, las comodidades, los lujos, las carreras universitarias... ¿de qué nos sirve todo lo que tenemos en vida si moriremos?
Hoy me he preguntado el por qué de esforzarnos por conseguir un bien, una felicidad si vivimos condenados, atados a la desgracia, vivimos muriendo.
¿Me hará feliz un millón de dólares cuando muera? ¿Me hará feliz haber dejado tras mi vida una buena vida, con título, una casa muy cómoda? 
¿Por qué le damos tanta importancia al futuro?
Yo tal vez tenga la respuesta...
Tal vez sea por que cada día que pasa, perdemos algo esencial, perdemos el instinto de la felicidad.
Cada vez queremos tener más haciendo más, no nos conformamos por hacer poco y ganar lo básico.
De ahí un pequeño cuento que me se...


Una vez un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca, contemplando el mar disfrutando de la vida tranquilamente y fumando apaciblemente su pipa, después de haber vendido el pescado. 


– ¿Por qué no has salido a pescar? –le preguntó el hombre rico. 
 Porque ya he pescado bastante por hoy –respondió el apacible pescador. 
– ¿Por qué no pescas más de lo que necesitas? –insistió el ricachón. 
 ¿Y qué iba a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador. 
– Ganarías más dinero –fue la respuesta– y podrías poner un motor 
nuevo y más potente a tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. 
Entonces serías rico y poderoso como yo. 
 ¿Y que haría entonces? –preguntó de nuevo el pescador. 
– Podrías sentarte y disfrutar de la vida –respondió el hombre millonario. 
 ¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? –respondió sonriendo el apacible pescador.


Los tiempos cambian, a mejor o a peor.
Todo a nuestro al rededor muere, caduca, se desvanece como arena en el reloj.

Matamos, no sólo personas, si no animales, plantas, y más importante a aún, nuestro hogar, nuestra tierra donde hemos nacido.
Me considero humilde, me considero una persona que no sabe nada, que entre más quiera saber y entre más crea saber más inepto ante la vida seré.
No sé si hay un Dios creador que nos observa y se ríe de nosotros o llora por nosotros, no sé si fue una explosión lo que nos creó, no sé si vivimos por pura casualidad, que todo se fue creando por casualidad.
Me pregunto hoy, más allá del cielo y las estrellas, y más allá de todo el universo ¿Qué somos?, ¿Qué debemos hacer para vivir bien? ¿Por qué somos dañinos?.
¿Es la vida el infierno que vivimos y más allá, cuando muramos, encontraremos algo más?
Preguntas existenciales, las cuales debemos cuestionarnos, no de la razón y el entendimiento si no... del corazón.
Pues es lo que somos, somos una bola de lana, enredada, confusa y dura, y en vez de arreglarlo lo empeoramos.
Es hoy y será mañana cuando sigamos muriendo. Me pregunto, ¿dónde quedan esas grandes mentes pensadoras? me pregunto ¿dónde queda nuestro amor, dónde queda nuestra compasión?
Pido perdón a los venideros, a los futuros herederos de la vida pues hoy destruyo todo cuanto hay.
Pido perdón en nombre de la humanidad, pues aceleramos la fecha de caducidad más rápido de lo normal.
Me pregunto si los venideros nos perdonarán por haber desaprovechado la oportunidad de cambiar, por haber desaprovechado el día de hoy...


Hoy me arrodillo y pido perdón y doy gracias.
Gracias Aristóteles por brindarnos tus conocimientos.
Gracias Epicuro.
Gracias Kant.
Gracias a todos los que hoy, nos han intentado dar, bases para vivir.
Y perdón.
Perdón por hoy quitarles los recursos y vaciar el planeta a mis futuros.
Perdón, por materializarnos más, tristeza me da que más importancia se le a qué tendré en el tuenti, quién estará conectado.
Cuando el mundo muere y con él nosotros dentro.
Dios, si existes, eres grande, muy grande, así que para este tormento que le damos a la vida y ayúdanos a cambiar.
Llora mi alma y mi pensamiento pues minúsculo e impotente me siento al no poder hacernos cambiar. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

BlackFrog

Translator, choose your language.

Seguidores